Aptitud para mujeres embarazadas

Aptitud para mujeres embarazadas

El cuerpo de una mujer embarazada sufre muchos cambios que pueden causar dolor e incomodidad. Afortunadamente, hay ejercicios que ayudarán a resolver estos problemas.

Practicar Pilates durante el embarazo puede mejorar significativamente el bienestar general, ser beneficioso para el parto y ayudarlo a ponerse en forma más rápido después de que nazca su bebé.

¿Cuáles son los problemas más comunes que enfrentan las mujeres embarazadas?

✔ Estrés. Lo que diferencia a Pilates de otros tipos de ejercicio es que sus beneficios van mucho más allá de la aptitud física. Pilates te enseña a controlar tu respiración, lo que contribuye a la sensación de paz en el cuerpo y la mente. Esto le da un mecanismo para mantener la calma en situaciones estresantes y quedarse dormido por la noche cuando se siente incómodo. Más importante aún, le ayuda a realizar ejercicios de respiración durante el parto, que usted sabe que son la clave para un parto seguro y menos estresante.

Además, un tipo especial de respiración durante el entrenamiento satura el cuerpo con oxígeno a nivel celular, gracias a lo cual hay una mejor nutrición y limpieza del cuerpo.

✔ Dolor de espalda. Pilates ayuda a fortalecer los músculos de la corteza y la espalda, distribuyendo uniformemente el exceso de peso durante el embarazo en toda la columna vertebral.

✔ Aumento de la presión sobre los músculos del suelo pélvico. Esto se debe a los cambios hormonales y al aumento de peso en su bebé en crecimiento. Las clases de Pilates ayudan a fortalecer el suelo pélvico, lo que puede ayudarte durante el parto, así como a prevenir trastornos genitourinarios en el futuro.

✔ Hinchazón. Los ejercicios del sistema Pilates mejoran la circulación sanguínea y la nutrición de los tejidos, lo que contribuye a la prevención de la trombosis y las venas varicosas.

Pilates ofrece un enfoque integrado para la salud y el bienestar. Su objetivo es alinear el cuerpo, lo que resulta en un movimiento efectivo con facilidad, fuerza y control.

Las clases de Pilates ayudan a enfocarse en las alegrías de convertirse en madre, al tiempo que reducen las molestias. Así que si estás embarazada y pensando en empezar a hacer ejercicio, prueba Pilates.

Antes de comenzar las clases, consulte a un ginecólogo y discuta el programa con un entrenador certificado. En este caso, estará seguro de que el especialista seleccionará el nivel óptimo de carga y los ejercicios útiles.

Lea más sobre cómo ponerse en forma de manera segura después del embarazo y recuperar un cuerpo hermoso en nuestro artículo.

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